Las competencias básicas son el eje del proceso educativo. El currículo orientado a la adquisición de competencias establece que la finalidad de la Educación Obligatoria es conseguir que los chicos y las chicas adquieran las herramientas necesarias para entender el mundo y se conviertan en personas capaces de intervenir activamente y crítica en la sociedad plural, diversa y en cambio continuo que nos ha tocado vivir. Un currículo por competencias significa enseñar para aprender y seguir aprendiendo a lo largo de toda la vida.
La idea de competencia se sustenta en los diferentes tipos de contenidos (conceptuales, procedimentales y actitudinales) y está relacionada con la capacidad de activar o movilizar los para hacer frente a situaciones diversas y actuar de forma eficaz al bachillerato y al mundo laboral.
Para la Educación Secundaria Obligatoria se identifican dos grupos de competencias básicas: las competencias transversales, que son la base del desarrollo personal y de la construcción del conocimiento, entre las que hay que considerar las comunicativas, para comprender y expresar la realidad, las metodológicas, que activan el aprendizaje, y las personales y las competencias específicas, centradas en convivir y habitar el mundo y relacionadas con la cultura y la visión del mismo.